La ruta peatonal de Gardunha, comienza en la entrada de Louriçal do Campo a 470 metros de altitud. Pasa a través de la Iglesia Madre de São Bento, y sigue, a través de jardines y olivares, hacia los flancos de la cordillera.
El guijarro entre las paredes de piedra suelta conduce a la intersección de un bosque de pinos. Golpea el camino a la cima de la montaña, que pasa por la parte superior de la cruz jesuita, serpenteando a través del caos de bolas. La vegetación se diversifica con la presencia de grandes alcornoques y tintes de roble negro.
La variante más larga se eleva en dirección a Baldeira, pasando por un parque de aperitivos y por medio de rutas de escalada equipadas.
En la intersección de Castelo Novo, uno de los miradores más famosos de Gardunha, con una inmensa vista sobre el anfiteatro de Castelo Novo.
Más adelante, es el reino de las formas de granito, verdaderos monumentos geológicos, en la parte superior del antiguo castillo a 1443 metros. Desde aquí, el camino desciende en dirección a Casal da Serra, cruzando numerosos manantiales y cuencas de agua. Junto a los Servicios Municipales, un sendero conduce al magnífico desfiladero de Ocreza, donde los salientes de piedra permiten el acceso a piscinas naturales ocultas de aguas cristalinas separadas por hermosas cascadas y 18 cascadas ocultas en medio de la exuberante diversidad de la flora ribereña.
Se llega a Torre y, al cruzar el río, a Louriçal se accede por la calle de San Sebastián, entre jardines y senderos flanqueados por grandes muros de piedra suelta.
El guijarro entre las paredes de piedra suelta conduce a la intersección de un bosque de pinos. Golpea el camino a la cima de la montaña, que pasa por la parte superior de la cruz jesuita, serpenteando a través del caos de bolas. La vegetación se diversifica con la presencia de grandes alcornoques y tintes de roble negro.
La variante más larga se eleva en dirección a Baldeira, pasando por un parque de aperitivos y por medio de rutas de escalada equipadas.
En la intersección de Castelo Novo, uno de los miradores más famosos de Gardunha, con una inmensa vista sobre el anfiteatro de Castelo Novo.
Más adelante, es el reino de las formas de granito, verdaderos monumentos geológicos, en la parte superior del antiguo castillo a 1443 metros. Desde aquí, el camino desciende en dirección a Casal da Serra, cruzando numerosos manantiales y cuencas de agua. Junto a los Servicios Municipales, un sendero conduce al magnífico desfiladero de Ocreza, donde los salientes de piedra permiten el acceso a piscinas naturales ocultas de aguas cristalinas separadas por hermosas cascadas y 18 cascadas ocultas en medio de la exuberante diversidad de la flora ribereña.
Se llega a Torre y, al cruzar el río, a Louriçal se accede por la calle de San Sebastián, entre jardines y senderos flanqueados por grandes muros de piedra suelta.
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