Las Termas romanas de Maximinos, Braga fueron descubiertas en 1977 por excavaciones arqueológicas en el lugar que pusieron al descubierto las ruinas de unas termas públicas junto al "Forum" de la antigua ciudad romana de "Bracara Augusta".
En la antigua Roma las termas públicas eran vastos edificios preparados para proporcionar a los habitantes o visitantes de la ciudad la posibilidad de tomar su baño de acuerdo con las reglas prescritas por la medicina de la época. Según estas, el bañista debía comenzar por untar el cuerpo con aceites y practicar algunos ejercicios de gimnasia, deporte o lucha libre. Entraba después en una habitación muy calentada, el sudatorio, donde transpiraba abundantemente. Pasaba entonces al caldario, sala aún calentada, donde podía lavarse y retirar los restos de aceite. Después de un corto paso por el tepidario, se sumergía en la piscina del frigidario, cuyo agua helada le revigorizaba el cuerpo, siendo luego masajeado y untado de aceites aromáticos.
Estas Termas Romanas se clasifican como Monumento Nacional.
