La Capilla de Nuestra Señora de Orada, ubicada en la Parroquia de São Vicente da Beira, fue construida alrededor de 1400, o incluso en los últimos años del siglo XIV, ya que la capilla tiene una imagen de Nuestra Señora de Gracia ofrecida por D. Nuno Alvares Pereira.
La capilla de Senhora da Orada se ha ampliado y reparado varias veces, dejando poco del templo primitivo. La fachada del templo, que fue ejecutada en el siglo XIX, tiene dos registros, el primero con un pórtico de cuatro columnas que se abre a la puerta principal. Está enmarcado por un arco abultado, sin decoración, flanqueado por dos persianas. El segundo registro tiene una ventana rota en el centro de la pared, similar al primer registro. Lateralmente, tiene dos cuñas decorativas peladas. El edificio está rematado con un aguilón triangular coronado por una cruz de piedra. En el interior, el templo tiene un altar mayor tallado, posiblemente del siglo XVIII, y dos altares laterales, también tallados, que se colocaron en la capilla a mediados del siglo XIX, provenientes de un convento franciscano. El presbiterio está separado del cuerpo de la capilla, lo que puede ser una indicación de las alteraciones del plan original, derivado de las diversas reconstrucciones del templo.
A lo largo de los siglos XV y XVI la capilla fue adornada sucesivamente, de modo que hasta el día de hoy muchos elementos decorativos pertenecientes al edificio original. Es digno de mención, además de la escultura de la piedra anónima de la Dama de Gracia ofrecida por el condestable, el retablo de alabastro que representa la Degolación de San Juan Bautista y la Flagelación de Cristo, la fuente bautismal construida a principios del siglo XVI, decorada con aparejos, filetes y el escudo de armas del Costas, o el crucero manuelino colocado en el terreiro de la capilla, que presenta en relieve una Cruz de Cristo y una vez más el escudo de armas de la familia Costa. Desde el siglo XVII, como ya los mencionó fray Agustín de Santa María en el Santuario mariano, son las grandes imágenes de Cristo crucificado, san Anselmo y la señora de Orada.
La capilla de Senhora da Orada se ha ampliado y reparado varias veces, dejando poco del templo primitivo. La fachada del templo, que fue ejecutada en el siglo XIX, tiene dos registros, el primero con un pórtico de cuatro columnas que se abre a la puerta principal. Está enmarcado por un arco abultado, sin decoración, flanqueado por dos persianas. El segundo registro tiene una ventana rota en el centro de la pared, similar al primer registro. Lateralmente, tiene dos cuñas decorativas peladas. El edificio está rematado con un aguilón triangular coronado por una cruz de piedra. En el interior, el templo tiene un altar mayor tallado, posiblemente del siglo XVIII, y dos altares laterales, también tallados, que se colocaron en la capilla a mediados del siglo XIX, provenientes de un convento franciscano. El presbiterio está separado del cuerpo de la capilla, lo que puede ser una indicación de las alteraciones del plan original, derivado de las diversas reconstrucciones del templo.
A lo largo de los siglos XV y XVI la capilla fue adornada sucesivamente, de modo que hasta el día de hoy muchos elementos decorativos pertenecientes al edificio original. Es digno de mención, además de la escultura de la piedra anónima de la Dama de Gracia ofrecida por el condestable, el retablo de alabastro que representa la Degolación de San Juan Bautista y la Flagelación de Cristo, la fuente bautismal construida a principios del siglo XVI, decorada con aparejos, filetes y el escudo de armas del Costas, o el crucero manuelino colocado en el terreiro de la capilla, que presenta en relieve una Cruz de Cristo y una vez más el escudo de armas de la familia Costa. Desde el siglo XVII, como ya los mencionó fray Agustín de Santa María en el Santuario mariano, son las grandes imágenes de Cristo crucificado, san Anselmo y la señora de Orada.
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